Tan solo hemos tardado una jornada en darnos cuenta de como va a ser toda la temporada, unos partidos aburridos, sin juego por parte de ningún equipo, y con rivales que se van a encerrar en su campo entregándonos el balón y esperando la mínima oportunidad para pillar la espalda de nuestros defensas y anotarnos un gol.
Ayer, según los datos que nos ofreció Aragón TV durante la retransmisión del partido, llegamos a tener una posesión del 68%, una cifra fuera de toda normalidad, pero que el entrenador del Levante ya tuvo en mente antes de comenzar el partido. Finalmente, se demostró que estaba en el buen camino pensando si. Nos dio el balón par que jugásemos nosotros, y como no tenemos ningún jugador que sea capaz de distribuirlo con inteligencia, nos limitábamos a cruzar pases entre los defensas y dar un "patapum pa'rriba" que haría llorar de emoción al mismísimo Javier Clemente.
Por si esto fuera poco, el arbitro anulo con el 1-0 un gol en propia puerta del Levante, de acuerdo que Ewerthon estuviese en fuera de juego cuando Oliveira le mandó el pase estuviese en fuera de juego, pero cambiaron la norma a que "hasta que el infractor no toque el balon, no se señala", los señores colegiados deberían unificar criterios porque cada día aplican diferentes reglas para la misma infracción.
Aunque lo de ayer no da buenas sensaciones a primera vista, considero que no hay que ser catastrofistas, pese a los fallos en defensa, en la que dentro de poco entraran Pignol y Pulido a la titularidad y la cosa cambiara a mejor. La gran diferencia del Real Zaragoza con todos los demás, esta en la delantera. Cierto es que ayer solo se marco de penalty, pero Oliveira y Ewerthon llevan el gol en la sangre y mas pronto que tarde comenzaran a agujerear las metas rivales. En el otro bando, pudimos ver como a pesar de que Geijo y Rubén inquietaron nuestros corazones cada vez que cogieron la pelota, hubo otras dos jugadas en las que jugadores levantinistas tenían la portería libre para disparar a placer (en una incluso faltaba López Vallejo en mitad de ella), y optaron por el pase en lugar del disparo.
Esa falta del "instinto asesino" se paga caro, y mas en la segunda división, donde muchas veces con marcar un solo gol, te basta para ganar un partido. Pero eso si, habrá que trabajar duro para conseguirlo, y no se obtendrá un fútbol bonito como el que siempre exigimos en la Romareda. Nos espera diez meses de sufrimiento y desgana futbolista, la muestra esta en el partido de ayer. Pero confiemos en que todo esto acabe con un final feliz.
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