Esta mañana todos con los que he hablado coincidíamos en la misma frase. “Nos han robado un gol”. Lo peor es que apenas ha transcendido fuera de las respectivas aficiones implicadas, más bien , debería decir perjudicados, porque los dos equipos andaluces beneficiados por los fallos arbitrales, pasan de puntillas sobre el tema, como si nada hubiera sucedido.
Tanto a “ellos” como a nosotros, esta semana nos han perjudicado y mucho los árbitros, anulando un gol que era totalmente legal, en ambos casos.
Si en lugar de ser el Real Zaragoza o el Osasuna hubieran sido “los dos de siempre” ríos de tinta, horas de radio y de televisión hubieran inundado nuestras casas, desde los medios nacionales, y lo que es peor desde los locales que ahora apenas han levantado la voz más que lo necesario, no vaya a ser que los árbitros se enfaden y sea peor en el siguiente partido.
Da la casualidad que la anterior jornada, al Real Zaragoza se le escamoteó otro gol en el Villamarín, por otro fuera de juego que no fue, y al Osasuna le hicieron lo propio con una clarísima mano dentro del área sevillana que hubiera supuesto un penalti a favor, en un partido que acabó empate a cero.
Pero eso se olvida pronto, nadie recuerda que a los equipos de la mitad de la tabla hacia abajo nos piten mal un fin de semana sí y otro también, a nosotros, como a muchos de nuestros rivales nos poner árbitros que se equivocan, pero no pasa nada, “es que son humanos”, dicen.
Eso sí , cuando uno de esos humanos se equivoca y perjudica a uno de "los dos de siempre”...
