Hace un año, nuestra selección nos daba una de las mayores alegrías que se pueden dar a un país futbolísticamente hablando.
Ganábamos la Copa de Europa de selecciones, eramos CAMPEONES de EUROPA.
Siempre caíamos en cuartos, siempre nos volvíamos a ilusionar y nuestra selección volvía a fallar, bueno siempre no, pero en España somos así, siempre pensamos que podemos hacerlo todo, y esperamos a que tropiece para poder hacer leña del arból caído.
Esta vez fue diferente, el árbol que cayó no fue el nuestro y después de muchos años, demasiados, para muchos de los que leéis esto , casi en la prehistoria, nuestra selección era la mejor de Europa.
Yo, que ya tengo una edad vi como se le escapaba la pelota por debajo a Arconada después de esa pésima falta lanzada por Platiní en la Eurocopa del 84, Arconada fue nuestro mejor hombre en esa Eurocopa, pero el destino fue cruel y siempre será recordado por esa maldita jugada.
Pero esta vez no, el destino nos devolvió lo que nos debía, y los nuestros pudieron levantar la Copa.
Yo lo viví de una manera muy especial.
Por motivos que no interesan, estaba en Calafell de vacaciones, solo con mis hijas, a falta de una hora salimos a pasear y vimos en una tienda camisetas de España, mis hijas veían a mucha gente con la camiseta de la selección y ellas también querían una.
Por supuesto las compré. Yo ya tenía la mía, la de la suerte, bueno la que me puse el primer partido que ganamos , para ver al España, (lo de la roja no me acaba de convencer) , y aunque era de manga larga la iba guardando para partido tras partido llevarla.
Cogimos sitio, ironías del destino en una antigua cervecería alemana, regentada por chinos, y con un camarero chino, por supuesto ataviado con una camiseta de España con el 9 y con el nombre de TORRES, ¿quizá una premoción? ¿quizás casualidad? seguramente lo segundo...
Nos sentamos en la terraza, llena a revosar con dos partes diferenciadas, la española y la alemana.
Yo con mis sandalias, mis bermudas, a 29 grados y mi manga larga, era la camiseta de la suerte, no podía quitármela hoy.
Los minutos pasaban , las aficiones de la terraza lanzábamos nuestros gritos de ánimo a nuestros jugadores, y por fin el minuto 33 , Torres que se va y cruza la pelota lejos del portero alemán.
GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLL
Como es imaginable, la afición española que estalla de alegría, el chino que se pone donde la tele, señalando su espalda, y mientras dan la repetición, toda la afición española cantando Tooooooooorres, Tooooooorres......... Mis hijas flipando, y yo intentando hacerles sentir que lo que estaban viviendo con sus tan solo 5 y 9 años de vida a mi me había costado muchos años poder sentirlo, mi selección, la ESPAÑOLA, estaba ganando a Alemania en la FINAL de la COPA de EUROPA de SELECCIONES.
Después los nervios, el partido que iba pasando y nadie metía.
Cuando los ánimos decaían el camarero de nuevo entraba en acción y los gritos de Toooorres volvían a salir de nuestras gargantas.
Al final la apoteosis, final del partido, gritos, cantos, y Casillas levantando la EUROCOPA.
ERAMOS LOS MEJORES, CAMPEONES de la EUROCOPA.
A partir de ahí nos fuimos a pasear por el paseo marítimo viendo el ambiente, más español que nunca, de Calafell, que hizo que por un momento olvidara que nuestro Real Zaragoza había descendido a segunda unas semanas atrás.
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