Entrenador nuevo, foto nueva (Continuación...)

Era sábado , había partido, y mis hijas lo iban a vivir en primera persona.
Eran las 18 horas, después de una siesta reparadora, y en espera de los momentos que iban a vivir, nos montamos en el coche y nos dirigimos a Zaragoza , a 175 km. para ir al partido.
Mis hijas no sabían muy bien lo que iba a pasar, otras veces habían ido al campo, otras veces se habían sacado fotos con jugadores, pero nunca habían hecho las dos cosas a la vez.
Llegamos sobre las 20 horas y la suerte estaba de nuestra parte, aparcamos muy cerca de la Romareda.
Llamamos a Randy que era el que nos había conseguido las entradas, en poco tiempo nos juntamos, nos presentamos y empezamos a hablar como si nos conociésemos de hace años.
A las 21 nos juntamos con Frikiyayo, y parecía el reencuentro de unos viejos amigos, aunque era la primera vez que nos veíamos.
Fuimos los tres, y mis tres chicas (mi mujer y mis hijas ) a tomar una cervecica, para celebrar el encuentro.
De ahí a las 21:30 h. a la puerta 1, allí la primera decepción de la noche, con lo bien que iba..........
No nos dejan entrar más que a uno, el otro, en este caso mi mujer , a esperar en la calle, yo al otro lado de la puerta, pero también en el pasillo.
Que le vamos a hacer.
Mis hijas se quitan el chandal y se van con un empleado del club.
Al rato, recibo un SMS de un amigo, las ha visto en la TV, y yo mientras en un frio pasillo, sin poder ver a mis hijas sobre el césped de el municipal de la Romareda.
Muchas veces había visto imágenes de ese momento y siempre pensaba "pobres hijos, con el frío que hace y sus padres llevándolas a esas horas al futbol, pero ahora lo entiendo todo....
Hasta las 22:05 h. no las trajeron.
Vinieron emocionadas, y también con frío, habían estado en la "hierba del campo" con más niños, habían llegado los jugadores y les habían hecho unas fotos, pero : "Diego (Milito) no me ha saludado" Mi hija de 5 años no entendía porque en Pamplona le habló, y le hizo carantoñas y aquí ni se enteró que estaba. Yo le cuento que no se habrá visto porque había muchos niños, y parece conformarse.
Segunda decepción, aunque esperada: Nos sacan a la calle y tenemos que dar toda la vuelta al campo para llegar a nuestra puerta de entrada, de ahí a nuestras localidades. Tercera decepción, están ocupadas, al cabo de un rato encuentro a uno del club y este consigue que nos cedan nuestros asientos.
Y a partir de ahí, justo debajo de los Colectivo, en una posición envidiable, vemos la primera victoria en mucho tiempo de nuestro Real Zaragoza.
Lo demás ya lo conocéis, victoria 2 a 1, y nervios, muchos nervios , hasta el final.
Hasta conseguí que una osasunista, gritase, cantase y celebrase los goles como si suyos se tratasen.
Y de ahí vuelta a casa, a donde llegamos con las 2 peques dormidas y con un padre, con la sensación, otra vez más este año de sinsabores, de haber hecho a sus hijas un poco más zaragocistas.