No deja de ser meramente anecdótico, que este miércoles pasado, por Aragón televisión, estrenasen 300, justo después de ver como nuestro próximo rival, le metía 4 goles como quien no quería la cosa, a todo un equipo de Champions.
Este domingo, nuestros aspirantes a espartanos, se las tendrán que ver y desear contra el imponente ejército de Guardiola, que aún con las sensibles bajas con las que llegará, ya sea por lesión o por rotaciones, impone hasta al más pintado.
Hoy, tocaba entrenamiento a puerta cerrada en el campo de batalla. A mi paso matutino por los aledaños, he podido comprobar, como una Romareda cerrada a cal y canto, hacía esperar a un par de aficionadas sentadas en las escaleras próximas a las puertas 1 y 2, y mucho caballo de potencia aparcado frente a las entradas de vestuarios, mientras unos operarios montaban la carpa en la que ya es rutina, son entrevistados los jugadores a la salida de los encuentros.
Este gesto, es el que más me ha hecho pensar en que se necesita un nuevo estadio. Ya no por que el hormigón lleva aguantando más de 50 años de climatología, junto a los envites de los aficionados que se levantan como resortes ante una jugada de peligro, o que botan de alegría al unísono. Ya no por que el mantenimiento sea prácticamente nulo a los ojos del visitante, y parezca que se está cayendo a trozos. Ya no porque parezca que un edificio tan deteriorado desentona entre la modernidad del auditorio y la nueva plaza de Eduardo Ibarra. No, todo eso no vale de nada, al lado de la sensación de que ni siquiera hay un sitio dentro del estadio para poder entrevistar a los jugadores adecuadamente tras un encuentro, y la mala imagen que se pueda dar de cara al exterior.
Pero todo esto no deja de ser secundario, si los que luchan sobre el verde, no se dejan la piel intentando ganar el partido, y manteniendo la concentración los más de 90 minutos que durará el encuentro.
No es momento de tirar por la borda, lo poco que se ha logrado en estos últimos partidos. No podemos permitirnos volver a estar tirándonos de los pelos, porque lo único que hace que no estemos en descenso, sea el golaverage a favor nuestro, frente al Tenerife.
Siempre se dice que no hay mejor defensa, que un buen ataque, y no seré el único que piense, que si queremos hacer algo, lo principal, aparte de tener nosotros el balón, es tenerlo en su campo, aunque sea a base de zambombazos desde la línea de defensa, a la línea de ataque. Si les dejamos pensar, si les dejamos tocar el balón, nos podemos dar por sentenciados, porque ni Contini, podrá secar la magia blaugrana.
El Barcelona, una auténtica prueba de fuego, para calibrar nuestras posibilidades de aquí a final de temporada.
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