Dos puntos perdidos

Era domingo, como todos los domingos me levanté temprano a correr, fui al baño, hice lo que se suele hacer en esos sitios y llegó el momento de correr.

Corrí la cortina, observé la calle en silencio, nadie en ella me hacía adivinar que la temperatura en el exterior era de solo -1 ºC , pero a pesar de todo había que hacerlo , por lo que volví a correr la cortina y volví a la cama, que es donde mejor se está a las 6 de la mañana de un domingo.

A eso de las 9, entonces sí, me levanté de nuevo, volví a correr la cortina y me vine al ordenador.

Como siempre entré www.realzaragoza.com , al foro de RZfans, al Facebook, y a los enlaces deportivos como elzaragoza.com, zaragocistas, Equipo.... , ávido de noticias sobre nuestro Real Zaragoza.

Después de informarme todo lo que fue posible, leí la prensa, y al poco el movimiento de la familia por la casa , hizo que apagara este aparato que me une a vosotros, para dedicarme a lo llamado "vida familiar"

Después de comer, fuimos toda la familia a ver una película, "VIKi el Vikingo" , imagino sabéis de que va la historia, un niño vikingo que vence a todos con su inteligencia, mientras el resto usa solo la fuerza.

De ahí a casa, duchas, cenas y a la cama las peques, yo al bar de abajo, el Real Zaragoza jugaba en la Romareda esta temporada por primera vez sin tenerme a mi en su seno.

Varias razones me impidieron ir, horario, salud , familia y economía, vamos razones de todo tipo.

Empezó el partido, y yo con mi manzanilla (la salud manda, y la gastroenteritis sufrida en esta semana también) , ahí estaba yo solo mirando el partido mientras varias mesas pobladas por parejas de varias edades hablaban ajenos al mismo.

Yo mientras comenzaba el encuentro, recordaba la película, y mi mente ironizaba sobre los vikingos, (los madridistas) máximos enemigos de los indios (los atleticos).

Pero cuando el partido comenzó, toda mi atención se centró en la tele.

Al poco de empezar Jarosik volvió a intentar el remate, pero esta vez, al no estar Negredo, tuvo que ser él el que mandase el balón a la red.

El partido se ponía de cara, en el minuto 7.

En el césped , el Real Zaragoza dominaba el juego, controlaba en defensa, en el centro de campo, pero no creaba peligro en la portería de De Gea.

Así llegó el descanso.

La defensa zaragocista se empleó con fuerza en parar a los peligrosos delanteros madrileños, y un horrible Texeira , ya había mostrado tarjetas a Contini, Arizmendi y Ponzio.

La segunda parte fue igual, el Real Zaragoza reteniendo la pelota, pero sin crear peligro.

En esa segunda parte volvieron las tarjetas para Eliseu, Edmilson , por protestar la de Eliseu, Roberto, por perder tiempo y Gabi que posiblemente la buscó para poder estar contra el Barça el fin de semana del día del padre.

Los atléticos también recibieron alguna, Valera en la primera parte, Ujfalusi y Tiago , y Reyes que recibió la roja directa.

Demasiadas tarjetas para un partido que si el árbitro llega a ser de otra manera en parte se podrían haber evitado.

Sobre el juego, no es que fuera brillante, pero hubo lucha, pelea, control de balón, hasta que un joven canterano llamado Ibrahima , ya en el tiempo de descuento hizo el empate, echando por tierra todo el trabajo hecho durante el resto de partido.

En ese momento en el bar solo quedábamos la camarera y yo, como yo lo estaba escuchando en la radio, y llega con un segundo de adelanto, en el momento de gritar el gol el locutor, yo pegué un puñetazo en la mesa, haciendo que la camarera se girase asustada, me levanté disimulando, me puse el abrigo y salí del bar despidiéndome, sin tan siquiera ver el gol, llegando a casa antes de que el árbitro pitase el final.

Mi cabreo era enorme, ese partido deberíamos haberlo ganado, esperemos no echar de menos esos 2 puntos perdidos.

Luego con el paso de las horas me voy sosegando, y empiezo a ver la parte buena, hemos sacado un punto que nos aleja del abismo, ya que Tenerife y Valladolid han perdido.

Ahora me sigue quedando ese regusto amargo de lo perdido, pero hay que levantarse, seguir luchando, porque como dijo aquel : "Nadie dijo que esto fuera a ser fácil"

No seré zaragozano, zaragocísta el primero.