En la primera parte hemos visto a un equipo que iba a por el partido, que aunque sin agobiar al contrario, era un Real Zaragoza totalmente diferente al que habíamos visto en esta liga.
Ni era el Real Zaragoza blando, pusilánime que vio como el Madrid nos goleaba, ni era el ultradefensivo que salió en Vallecas con un punto gracias a Roberto y a que la suerte estaba de nuestro lado.
Yo, esta primera parte la vi con tranquilidad, vi como éramos dueños del terreno, como, sin hacer mucho juego, pero alguna ocasión, aunque nuestro ex jugador Sergio García tuvo la más clara para los periquitos.
Por fin, la tranquilidad, al menos en parte, llegó cuando Luís García envió la pelota a la red periquita.
Era el 1 a 0, Luís García, un delantero zaragocista hacía un gol, casi increíble, pero cierto.
Con la victoria momentánea llegamos al descanso, se veían sonrisas, en la grada, nadie sabíamos lo que nos depararía la segunda parte….
Con el comienzo de la segunda mitad, salió de nuevo el Real Zaragoza de Vallecas, un Real Zaragoza replegado, muy replegado, demasiado.
El Espanyol se hizo dueño y señor del campo, le entregamos el balón, el dominio, todo.
Nuestros jugadores recularon, se metieron en campo propio, y ahí empezó el sufrimiento, cada vez que el Real Zaragoza recuperaba el balón, lo perdía o lo tiraba hacia el campo contrario entregándoselo al Español que seguía acosando la meta de Roberto, aunque sin excesivos agobios para Roberto, que a pesar de ello hizo dos o tres intervenciones salvando el gol del empate.
De repente la pelota sale en la banda derecha de ataque españolista, mi peque me llama, me doy la vuelta, le respondo y cuando vuelvo a mirar veo a los pericos abrazados, o me lo podía creer, ¿había sido gol? , ¿pero cómo?
Me lo explican pero sigo en shock, nos habían empatado.
Aguirre , al menos yo así lo vi, volvió a confiar en la suerte que...Seguir aquí
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