lunes, 17 de enero de 2011

Sueños amparados en la Diosa de la Niebla. (Por Tronco)


En los meses invernales es bastante frecuente que los amaneceres en Zaragoza se vean eclipsados por la Diosa de la Niebla. Desde tiempos inmemorables este bello acontecimiento meteorológico ha dado cabida a multitud de historias, leyendas, y en mi caso como no… Sueños.

Una hora antes de empezar el encuentro frente al Levante, la Diosa de la Niebla aposento su acuoso manto blanco sobre la Romareda. Mientras nos acercábamos al campo el mobiliario urbano empezaba a dibujar extrañas y variopintas formas, las luces de los coches se volvían más vivaces e intensas cuando a duras penas conseguían rasgar el espeso manto que se cernía sobre nosotr@s. En cuanto ocupamos nuestra localidad en el campo nos dimos cuenta que era una mala tarde para poder disfrutar de un partido de fútbol donde el Real Zaragoza se jugaba sobre el prado mucho más que los tres puntos en litigio.

Una semana salpicada de todo tipo de rumores acontecía el partido. Por una parte la posible venta del club, otra la posible negativa de los jugadores a jugar el partido debido a que no cobran, (en mi opinión no son merecedores ni de una cuarta parte de sus sueldos por su escaso, y mal hecho trabajo), y como siempre un sin fin de noticias que se dan como veraces, haciendo que se llene la boca de casi todos los periodistas creyendo que están dando una primicia, para luego a las pocas horas quedar todos con él culo al aire por vender “humo”, y no contrastar ninguna de las palabras que sueltan por su boca, y por ser el periodismo de hoy en día una verdadera verbena, donde todo se limita a hablar por parte de quien les paga, sin hacerse ninguna pregunta ya que sus mentes no están acostumbradas a discernir, por estar más ocupadas en no contar lo que no se puede, o no se debe de saber por temor a desvelar los secretos de alguien que les puede hacer perder su silla, y quien sabe si un interés en un futuro tal vez demasiado cercano con los que ahora dicen ser los únicos en criticar, no olvidemos que el poder que emana del dinero entiende poco de amistades, y mucho de amiguismos. Agapito es un árbol caído donde es fácil hacer leña, pero si por una extraña causalidad del destino de sus ahora apagadas brasas, consigue emerger como el Ave Fénix no os extrañéis que muchos de los que ahora dicen denostar su “religión”, se abracen efusivamente y sin asomo de sonrojo a ella, a la espera de que él dedo de Agapito les diga donde sentar sus vendibles posaderas. Es triste que una profesión hace muchos años vocacional como el periodismo se haya reducido a la mínima expresión de credibilidad, donde cualquier buen-na observador-ra sabe a que partido votas, o cual es el equipo de tus amores tan sólo con ver el periódico que portas bajo el brazo.

Los focos de la Romareda estaban encendidos, pero debido a la espesa niebla que cubría todo el estadio daba la impresión de que algunos estaban casi apagados. Durante toda la primera parte no podíamos ver lo que sucedía más allá del centro del campo. Cuando nuestros jugadores iniciaban el ataque y sobrepasaban la medular desaparecían engullidos por la niebla. Tan sólo escuchábamos los sonidos que nos llegaban desde la otro parte del estadio como forma de saber lo que sucedía, y nuestros ojos no podían ver. En una subida que Diogo inicio por su banda mi mente empezó a divagar a la par que su figura se esfumaba, soñaba que llevaba el balón como en antaño pegado al pie, y que en vertiginoso “slalon” iba dejando contrarios atrás como si fueran palos de entrenamiento clavados en el césped, pude ver como se apoyaba en Boutahar hasta que llego al final de la cal golpeando el cuero en un centro medido que Sinama no llego a rematar por muy pocos centímetros, las jugadas de ataque se sucedían a una velocidad de vértigo, el espíritu del León Rampante rugía, y daba certeros zarpazos por todo el campo. Gabi salía con el balón controlado del centro del campo, giraba su cabeza de lado a lado y precisaba su pase a una banda, el balón volvía al centro del campo pero esta vez a los pies de Ander Herrera, él cual haciendo alarde de la supuesta calidad técnica, y de su gran visión de juego que algunos dicen que atesora desde que era un niño, pero que ha olvidado por completo desde que la facilidad de las circunstanciás le han aupado hasta el primer equipo, metía un pase entre líneas a la espalda de la defensa rival ante una diagonal de Lafita que no fue gol por muy poco. Y en uno de los breves momentos que durante la primera parte la niebla se elevo un poco, mi mente dejo de imaginar para poder ver como Gabi partía con balón controlado, y sorteando contrarios antes de conseguir una posición óptima de disparo, tan óptima que el balón después de golpear en el portero hace una extraña parábola para alojarse en la malla rival haciendo el 1-0. Ya no dio tiempo para nada más en la primera parte ya que el gol que a la finalización del encuentro nos daría los tres puntos que pasarían a engrosar nuestro casillero fue casi en el minuto 45.

En la segunda parte la niebla al igual que había bajado, empezó a ascender casi sin que nos diéramos cuenta. Fue cuando di gracias a la Diosa de la Niebla por haberme brindado la oportunidad de dejar divagar mi mente, y soñar jugadas… que no habían acontecido.

Ahora podía ver lo que nuestros jugadores hacían sobre el campo, y pude constatar que seguimos siendo horrorosamente… MALOS.

Ante un equipo como el Levante que con toda seguridad ha comprado más papeletas que nosotros para volver a la segunda división, fuimos incapaces de hacer un segundo gol que llevara un poco de tranquilidad a nuestros cansados, y desdichados corazones. Esto en parte se lo tenemos que agradecer al gran entrenador que ocupa en la actualidad nuestro banquillo, que con un mísero gol a nuestro favor es incapaz de poner dos delanteros sobre él campo. Si somos capaces de aguantar el bochornoso espectáculo es porque nuestro amor hacia el Real Zaragoza nos puede, porque yo prometo haberme quedado “sopa” en el sofá de mi casa viendo partidos donde se jugaba muy bien a este bello deporte, que nuestros futbolistas mancillan cada vez que se visten de corto, y se calzan las botas.

Se me hace tremendamente aburrido tener que escribir casi todas las semanas la misma historia de siempre. Pero para nuestra desgracia seguimos siendo incapaces de crear juego en el centro del campo, cuando nuestros laterales se suman al ataque se muestran nulos para hacer coberturas con los hombres de banda más adelantados, y que pueda emerger la posibilidad de hacer un centro en condiciones con posibilidad de remate dentro del área, como la jugada de ataque se alargue en exceso, ellos solicos montan un embudo en él que nadie sabe a quien pasar, y donde nadie se sabe donde desmarcar. En toda la segunda parte hicimos cuatro disparos al marco rival, y tan sólo uno fue entre los tres palos. También tuvimos las acostumbradas “cagadas” de Leo Franco, dos para ser precisos, pero ayer la fortuna nos sonrió ya que el árbitro se vistió de zaragocista, para no dar por valido un gol que de haber hecho la misma jugada el Barca, o el Madrid hubiera sido con total seguridad el gol del empate, y el regalo de la jornada.

Ayer volvimos a ganar en nuestro feudo, pero desde mi punto de vista jugando bastante peor que frente a la Real que ya es decir demasiado. Lo único salvable que saco del partido es que nos quedamos con los tres puntos en juego, también que dentro de este grupo de futbolistas tan desangelados la grada hemos sabido corresponder coreando su nombre, y con múltiples aplausos a Gabi, desde este partido el nuevo estandarte de este huérfano equipo; de calidad, de brega, y sobre todo de buen fútbol.

Y para acabar volveré a criticar a los periodistas, a los cuales creo que les parece bien que el “Vasco” Aguirre los tome por tontos o por los locos, porque lo único que hace en sus ruedas de prensa es darles la razón en todo lo que sus preguntas insinúan. También espero de ellos lo mismo que hicieron con Gay que fue preguntarle; ¿por qué de su encabezonamiento en poner bajos palos a Carrizo? Cuando sus cantadas eran continuadas, y la grada ya habíamos dictado sentencia que era verlo sentado en el banquillo. Leo Franco esta a la misma altura futbolística que Carrizo, lo cual quiere decir que más bajo no se puede caer, y la grada hace tiempo que hemos dictado la misma sentencia. ¿Alguien sabe por qué razón metafísica, matemática, o sobrenatural este tipo sigue en la portería? Desde luego espero que no sea por regalar dos goles por partido porque hasta la fecha es lo único que ha demostrado saber hacer. Mientras el Zaragoza siga sumando puntos a poc@s parece importarles como jugamos, cualquiera diría que les ha salido barato el abono de este año, yo por mi parte mientras sumemos puntos con resultados raquíticos, y sigamos jugando como el “culo” seguiré pensando que el “Vasco” Aguirre es uno de los peores entrenadores que hemos tenido, al mando también de una de las peores plantillas. Que tiempos aquellos en donde la grada mandamos a Chechu Rojo a la ahora concurrida fila del paro, habiéndonos dejado cuartos….

¡¡AUPA EL REAL ZARAGOZA!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario