lunes, 21 de febrero de 2011

Aspirina Bayer 0 – Atlético de Madrid 1 (Por Tronco)


El primer fármaco sintético fue la acetofenidina, comercializada en 1885 como analgésico por la empresa Bayer de Leverkusen (Alemania) bajo la marca Phenacetin, más comúnmente conocido entre nosotr@s por aspirina. Su ingesta esta muy extendida desde su creación, ya que es capaz de aliviar cualquier dolor que aqueje al cuerpo humano, incluso hay personas que aseveran que tiene el poder de quitar el mal de ojo, o curar el mal de amores. El Real Zaragoza ha hecho muchos meritos para equipararlo con este medicamento, tantos, que a la semana que viene le darán una placa conmemorativa en agradecimiento, por su buena labor no en la difusión, si no por poner en practica este terapéutico tratamiento.

En esta tierra a la que tant@s aman, han caminado personas que por su espíritu su huella han dejado marcada en tinta en los libros de historia, y en la memoria colectiva. Si el Real Zaragoza tuviese alguna similitud con el espíritu fuerte e indomable de una mujer nacida en Reus, pero asentada en Zaragoza a sus 22 años de edad, que hizo, que el ejercito francés se batiera en retirada, y levantasen el asedio que mantenían sobre Zaragoza, otro gallo nos cantaría, pero para nuestra desgracia las virtudes de las que rebosaba el corazón de Agustina de Aragón, no las tienen ni nuestros jugadores, ni nuestro entrenador. Hubo en estas tierras otra persona con un alma enormemente buena, y bella, ya que dentro del fragor de la batalla auxiliaba de igual manera a los heridos zaragozanos que a los franceses, les curaba las heridas provocadas por la sin razón humana, y si estas eran de muerte, les daba la mano para que no exhalaran en soledad, el ultimo aliento que los unía al mundo de l@s viv@s. Hablo de la Madre Maria Rafols, Superiora de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. La benevolencia del Real Zaragoza no esta a la altura de esta gran mujer, y de sus hermanas, pero si de una virtud pueden hacer gala es de su enorme generosidad, pero la bien entendida, y no la tan extendida, que no es dar lo que un@ no necesita, que es de agradecer, si no dar lo que un@ verdaderamente necesita para si mism@, esta es la verdadera generosidad, que en los últimos tres encuentros disputados, entrenador y jugadores han ido repartiendo con quienes se han enfrentado.

Estamos haciendo una campaña tan horrorosamente mala, que desde que comenzamos cada partido es una nueva final.

El sábado a las diez de la noche se puso el balón a rodar en la Romareda, frente a frente, dos viejos conocidos, el Real Zaragoza, y el Atlético de Madrid. Ojala los problemas que aquejan al Real Zaragoza fueran no meterse en competiciones europeas, que es la herida que el Atlético de Madrid se lamía antes de visitar nuestro feudo.

Antes de que el reloj marcase las doce ya habían ayudado a seguir con vida a un equipo herido, y a un entrenador casi muerto.

El Atlético de Madrid se llevo los tres puntos en litigio, sin necesidad de demostrar la gran calidad que algunos de sus jugadores atesoran, tan solo algunos destellos del Kun Agüero fueron suficientes, para que durante la primera parte el asedio fuera casi constante, con un balón sacado bajo palos por Gabi, y con grandes intervenciones de Leo Franco, desde mi punto de vista el mejor del Real Zaragoza en la noche de ayer.

Empezó la segunda parte, y los jugadores del León Rampante seguían sin elaborar jugadas que creasen un mínimo de peligro, a excepción de un balón que se colgó al área, y después de un montón de despropósitos por parte de atacantes y defensores, los segundos consiguieron mantener su meta a cero. Un par de minutos mas tarde el Kun Agüero se interno en el área para inaugurar el marcador, con dedicatoria para su niño que ayer cumplía los años.

Yo la verdad nunca tuve la sensación en los 93 minutos de encuentro que el Real Zaragoza pudiera sacar ni un solo punto de este partido. Cuando íbamos cero a cero, lo que pensaba era; con lo mal que lo estamos haciendo todavía vamos empate, esto es bueno, y cuando nos marcaron el gol, pensaba; tal vez podamos empatar el partido, porque para el Real Zaragoza marcar dos goles es un milagro mas grande que el de los panes y los peces.

En los últimos minutos del partido conseguimos elaborar dos jugadas de peligro, una que Bertolo de fuerte disparo tira al centro de la portería, lugar donde se encontraba Egea, para que este con la punta de los dedos la desvié lo suficiente para que él balón se estrellase en el larguero, y otra por parte de Uche que después de dos excelentes recortes dentro del área vuelve a estrellar el cuero en la madera. Ayer me gusto lo que Uche hizo sobre el prado después de tanto tiempo lesionado, espero que se pueda recuperar completamente, y ayudar con sus goles a conseguir el objetivo de la permanencia.

A la salida del encuentro la mayoría de las aficionad@s zaragocistas pensaban que no habíamos tenido suerte, y sin quitar un ápice de razón a lo que pensaban, yo pienso que con lo grande que es una portería de fútbol, lo mas difícil es mandar el balón a la madera, pero esta teoría se diluye como un azucarcillo, porque para los jugadores limitados de calidad técnica, lo mas difícil es meter el cuero entre los tres palos.

Volvemos a ocupar merecidamente puestos de descenso, hasta el final del campeonato creo que de los nueve equipos implicados por esta fea, y ardua lucha, al menos seis iremos intercambiado posiciones, esperemos que al final del campeonato el Real Zaragoza no este entre los tres últimos. Yo por el momento, y hasta final de temporada, cada partido que juegue el Real Zaragoza lo viviré desapegado de los sentimientos que me hicieron amar a este club, porque en la actualidad ni jugadores, ni entrenador, ni cupula directiva, están a la altura de nuestra historia, y tampoco me ofrecen un mínimo de buen fútbol, que es por lo que pago mi “congelado” abono.

¡¡AUPA EL REAL ZARAGOZA!!

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