Hace poco ha salido a la luz publica una operación a barias bandas para aliviar momentáneamente la delicadísima situación económica del Real Zaragoza.
En dicha operación, Cajalón, Cai e IberCaja cerraban un acuerdo para la compra de las oficinas del club y la compra de un solar en PlaZa de una empresa perteneciente a Agapito.
Esto significa que dan aire al Real Zaragoza dándole la liquidez necesaria para solucionar los pagos más acuciantes que están en vías judiciales como es el caso del traspaso de Uche.
Y también significa que le dan también liquidez a Agapito Iglesias pero una liquidez boomerang ya que ese dinero obtenido servirá para cancelar un crédito que el propio Agapito tiene con las tres entidades.
Aunque parezcan buenas noticias es una prolongación de la política de venta de patrimonio llevada a cabo desde hace unas temporadas.
Se mal vendieron a jugadores como Oliveira, Diego Milito, Sergio García, Gaby Milito, Cani y más recientemente Ander Herrera.
Ahora que ya no queda prácticamente jugadores que se puedan rentabilizar lo invertido en ellos, toca seguir con la venta de patrimonio del club que no es otra cosa que las oficinas.
Para aquellos que nos flojea la memoria, recordar que la venta de las oficinas para la construcción de viviendas estaba ya recalificada y prevista dentro de una operación mayor que incluía el campo de La Nueva Romareda.
Pero la despatrimonización ya afecta hasta al propio Agapito Iglesias a sus empresas y prueba de ello es la venta del terreno antes de mencionado y perteneciente a Zaragoza Plaza Center.
Tampoco hay que caer en la falsa idea del sentimiento zaragocista de las tres entidades financieras.
Todas ellas tienen concedidos al Real Zaragoza importantes créditos y avales y si el Real Zaragoza quiebra, todas ellas, ven muy complicado o casi imposible la devolución de dichos créditos. Con esta operación aumentan patrimonio a costa del Real Zaragoza y el propio Agapito Iglesias y además consiguen que parte del dinero de la venta, les vuelva a ellos.
Y luego está coleando lo del G-6, la salvación y Miguel Torres.
Pero eso es otra historia y pase lo que pase, de aquí no me escapo.
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