Roberto Liztor por fin respira en Territorio Comanche, la permanencia ya es un hecho, la temporada que viene seguiremos en primera y el Osasuna, el equipo de muchos de sus amigos también.
En Territorio Comanche se confiaba en la salvación de su equipo, es más yo también la daba por segura. Solo había que ver que el Villarreal a mitad de semana se encontraba celebrando la despedida de soltero de Diego López, mientras 6 equipos se jugaban su futuro. Es comprensible que los equipos que no se juegan nada se relajen en los días previos a un partido para ellos intrascendente.
Mientras toda la semana he estado escuchando cosas sobre maletines, por ganar, por perder, del Getafe al Levante, del Real Zaragoza (jajaja, me da la risa solo pensarlo, ¿maletines del Real Zaragoza? ¿Y con que los llenamos, con adoquines? ), que si teníamos un pacto firmado con el Levante desde principio de temporada… (parece que no se acuerdan que en el último partido de la primera vuelta le cedimos al Levante el farolillo rojo ganándoles en la Romareda.)
Unos decían que nos salvábamos, incluso apostaban por ello, y ganaron, otros me daban el pésame adelantado, otros hablaban de los nervios. Mientras los osasunistas parecían relajados, obviamente lo tenían mucho más fácil que nosotros.
Y así llegó el sábado, el más importante de la temporada, donde nos lo jugábamos todo a una sola carta.
La afición desplazada a Valencia se merecía una alegría, desde allí me llamaron para compartir ese momento conmigo David y Pepi.
Se juegan los partidos.
Cuando acabó el partido, en mi barrio se escucharon cohetes...............leer más
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