Este domingo visita nuestro feudo el Sevilla, y en la búsqueda de pensamientos positivos rescato de mi escasa memoria el partido en el que les vencimos 3-1, era el primer año de la era Agapito. Por aquel entonces teníamos grandes jugadores vistiendo la camiseta del león, león de postal después de los retoques que se le dieron, y de hacerle la manicura.
“El Príncipe”; delantero de una categoría excepcional de la que hoy en día carecemos, Zapater; capitán de nuestro equipo por el que corría la sangre de este antiguo Reino hoy en día olvidado de nombre Aragón, Aimar; a pesar de sus continuas molestias, y lesiones era un placer verlo trotar sobre el césped en busca del pase imposible entre líneas que nos hacia levantarnos a tod@s de los asientos, Gabi Milito; central de garantías que nos dio mucho en los años que estuvo con nosotros, por eso siempre ha sido bien recibido en el estadio por parte de la afición que le vio triunfar en la denominada Liga de las Estrellas, buena colocación, fuerza, templanza, y temperamento, era lo que trasmitía por algo se hace llamar “El Mariscal”, Cesar; portero no querido por el madridismo daba confianza en casi todas las decisiones que tomaba como guardián de nuestra portería. He mencionado un jugador de lo que los entendidos denominan la columna vertebral, de la cual se dice debe de tener todo buen equipo de fútbol que desee verse envuelto en importantes, y ahora añoradas gestas. Para acabar el capítulo de mencionados ya que lo acontecido fue anecdótico, Diogo; lateral que sorprendió e impresiono a parte iguales a propios y extraños, haciendo de su banda un lugar donde el campaba a sus anchas, vaciándose en sus continuas llegadas de peligro al área rival, y convirtiendo en improvisado ring el césped de la Romareda en su pelea con Luís Fabiano.
El Sevilla que nos visitara el domingo a las 17,00 horas, no es ni una sombra de lo que fue en un reciente pasado. La venta continua de sus jugadores más importantes ha acabado por convertirlo en un equipo que mezcla viejas, y conocidas figuras con nuevos jugadores que no están dando el resultado esperado, en comparación con lo que tuvieron y vendieron. Ahora su juego es mucho más previsible, por tornarse mucho más lento, atrás quedo el equipo que llego a intimidar tanto, que hasta los dos más grandes temieron ver usurpado su trono, de sobras sabéis de quienes hablo, pero permitirme la licencia de no nombrarlos por el bien de mi salud cutánea ya que me pica la piel solo de recordarlos.
Nuestro Real Zaragoza tampoco es el equipo antes mencionado, ni tan siquiera somos el equipo del año pasado en la segunda vuelta. “Chupete” Suazo, Colunga, eran jugadores que pisaban el área rival con la fiereza que se les confiere a los leones, y con el mismo acierto de cara al gol, que las leonas tienen ante sus presas. Este año mantenemos la misma defensa que hizo de nuestra portería un muro casi infranqueable en aquella segunda vuelta, pero desde mí punto de vista a excepción de Jaroski, el resto vaga por el campo con más pena que gloria, a no ser que la gloria sean los goles en propia puerta, que ya llevan tres, en algo teníamos que ser los mejores. Parece ser que Sinama esta semana ya ha entrenado con el resto de compañeros lo cual me hace tener la esperanza de que pueda jugar este domingo, seguramente no tendrá ni velocidad, ni ritmo de partido, pero por lo menos atesora fuerte disparo con las dos piernas, y suele tirar entre los tres palos a la espera de que la grada podamos volver a cantar nuevamente un gol suyo, y no el “uyyyyyyyyyyyyyyyyyyy” que recorre el graderío las pocas veces que nos acercamos al marco contrario, en las ocasiones erradas sobre todo por el bueno de Braulio, (menciono lo de bueno, porque quiero pensar que es buena persona, porque es el peor delantero centro que he visto en toda mi vida). Podría seguir hablando de cada uno de nuestros jugadores, y tened por seguro que la mayoría saldrían malparados.
Pero ya que este es mi primer escrito, y ante la necesidad imperiosa que tenemos de ganar este domingo al Sevilla, si queremos salir del laberinto que conduce al lugar de donde provenía el otro equipo del sur del cual dicen que no tiene una ciudad si no una calle, osease el Betis, os quiero trasmitir mi sentimiento que no es otro que el sentimiento que desgarra la garganta en cada gol cantado, y nos hace entrar en calor por cada abrazo dado en las celebraciones de los mismos. Porque es cierto que somos bastante malos, pero me niego a creer que lo somos tanto, y también que los árbitros siempre se equivoquen en nuestra contra como está pasando últimamente, o que los rechaces peguen en los palos en vez de besar la red.
Yo creo que podemos ganar, es más, debemos y vamos a GANAR. Recordar que somos la afición de uno de los equipos más laureados de España, para l@s que habéis perdido la fe acudir con tiempo suficiente al estadio para ojear nuevamente nuestro museo, y así salir envueltos por el espíritu de las gestas del pasado, para luego desfilar a aposentar nuestras reales posaderas cada un@ a nuestra localidad, y disfrutar de la victoria de este partido que antes seria un mero trámite más, pero que debido a como nos encontramos se ha convertido en un choque de vital importancia, donde lo único que nos vale es GANAR Y GANAR, Y ESO ES LO QUE HAREMOS GANAR.
Que Dios reparta suerte, y que toda caiga de nuestro lado porque la reparta nuestra patrona.
¡¡AUPA EL REAL ZARAGOZA!!
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