lunes, 4 de febrero de 2008

Detalles esperanzadores, otra vez






El debut de Jabo Irureta en el banquillo de la Romareda se saldó con victoria, del mismo modo que ocurrió quince días atrás con el efímero debut de Ander Garitano. De los últimos nueve puntos disputados se han ganado siete (perdiéndose dos en el descuento de el Sardinero, aunque hubieran sido injustos duelen un poco), lo que vuelve a acercar al Real Zaragoza a la zona europea más que al descenso, y esto siempre es un respiro.

El partido de ayer tuvo un inicio un tanto raro (minuto de silencio y bronca apartes), el equipo parecía querer hacerse con el balón, pero en seguida se vio que su auténtica estrategia consistía en darle el balón al rival. El centro del campo apenas veía la pelota, y César sacaba de puerta en largo en vez de jugar con sus centrales. De ese modo, el Athletic se adueñó pronto del balón, e inició un cauteloso acercamiento a la meta blanquilla. Jabo mostró sus cartas: incluso en casa se iba a jugar al contragolpe, especialidad en la que el equipo está empezando a mostrarse mortal para sus rivales.

Con Zapater en el banquillo, la banda izquierda para Gabi, y el debut en Primera División de un portero de 37 años con el equipo de su vida (Armando), el partido en su primera mitad mostró a un Sergio Fernández mucho más seguro, jugando por su sitio natural, y a Ayala haciendo lo suyo, pero mermado por estar en la izquierda. Los laterales volvieron a hacer un gris partido en defensa, por lo que entre los centrales y el portero tuvieron que solventar todo como mejor pudieron. En el centro del campo, Luccin y Celades no conducían bien al balón hacia arriba, y trataban de taponar en el centro del campo, apoyados por un Gabi más bullicioso en defensa que en ataque. Pero flojito, muy flojito. Sergio García, como siempre, echándose el equipo a la espalda, y arriba los dos puntas esperando su oportunidad.

Un disparo de Sergio García y otro de Oliveira que salieron altos fue el único bagaje ofensivo en la primera mitad (el Athletic todavía hacía menos daño), hasta que al cortar un ataque rojiblanco Diogo subió la banda, le puso el balón a Diego Milito al lateral del área, éste levantó la cabeza y con un toque de precisión envidiable le puso a Oliveira medio gol en la bota. El brasileño no falló y consiguió su noveno gol en liga, y el único de todo el partido. Diego Milito no marcó ayer, y con los dos goles de Luis Fabiano el sevillista se le escapa en el Pichichi, pero aún queda mucha liga por delante.

Y entonces se rompió el partido, el Athletic se desquició y Muñiz Fernández también. Perdonó clarísimas tarjetas a algunos jugadores (de ambos equipos) y mostró otras totalmente sorprendentes. El partido llegó al descanso con los ánimos calientes. En la segunda mitad por fin se vio al Zaragoza crear juego, se adelantaron líneas y se empezó a combinar cerca del área contraria. Al poco rato de comenzar Diego Milito estampó un balón en el larguero, y se vio al equipo con ganas de matar el partido. Caparrós había dado entrada a Llorente por un combativo (en más de un sentido, mereció ser expulsado) Aduriz, y basó su juego en balones largos a la cabeza del largo delantero, para que como hacía antaño Urzaiz creara segundas jugadas para sus compañeros. Ayala y Sergio Fernández se fajaron duro con el delantero del club bilbaíno, pero no pudieron impedir que sus compañeros se echaran atrás y recularan líneas. De nuevo el Zaragoza se fracturó, más que en la primera parte, y mientras arriba se quedaban los tres delanteros, abajo se juntaban cada vez más los demás, hasta el punto de que todos los rechaces caían en pies de los jugadores vascos porque no había ningún zaragocista en las inmediaciones.

Irureta dio entrada a Zapater en lugar de Celades, pero el ejeano no tuvo la noche y perdió más balones de los que entregó bien, incluso uno de ellos sirvió para que el Athletic montara un peligroso contragolpe que detuvo César in extremis, en su mejor actuación de la noche. Óscar suplió a un gris Gabi, y no añadió ninguna nota de color al equipo. Paredes acabó entrando para actuar por la izquierda por delante de Juanfran, acentuando la petición que en su día hizo Jabo de un jugador de banda, al no disponer de ninguno. Atacó con un poco de descontrol, y casi se lesionó de gravedad cuando un defensa rival cayó sobre su rodilla cuando tenía la pierna estirada. Todavía tuvo tiempo Sergio García de estrellar otro balón en el larguero, antes de que el Zaragoza se echara completamente atrás tratando de evitar el empate vasco. Pérdidas de tiempo, duras entradas, y una pseudo agresión entre Ayala y Aitor Ocio que acabó con la expulsión de este último en una rápida doble amarilla mostrada por un desquiciado Muñiz Fernández, cuando el reloj daba sus últimos pasos.

Como detalles esperanzadores, destacar que por fin se logró mantener la portería a cero, después de muchísimo tiempo, y que se ha logrado equilibrar el gol-average general del equipo (35 goles a favor y en contra), además de lograr tres puntos con un juego mediocre y con varios jugadores bastante desaparecidos. Los mejores fichajes que puede esperar Irureta son los jugadores que aún arrastras lesiones o están en proceso de recuperación, como Matuzalem (acabará jugando con Luccin en lugar de Celades y Zapater como estos dos sigan así), Generelo (recambio del francés) e incluso Aimar, quien puede darle una solución de banda por uno u otro lado.

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